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Si, lo sé. Esta sección se llama Historia de España y anteriormente comenté curiosidades acontecidas siglos o incluso milenios antes de la creación de la nación española. Podría llamarse historia de la península ibérica y seguramente sería más acorde a la realidad pero como no entro en la historia de nuestros vecinos portugueses (excepto los años que estuvieron unidos por la corona, de 1581 a 1640) y andorranos decidí, a pesar de ser una pequeña mentira, dejarlo así.

Pero, ¿cuándo nace España?

Algunos dirán con la Hispania romana, otros con los visigodos, otros con los Reyes Católicos, con los Austria o incluso alguno dirá la famosa frase de «España es Asturias…el resto tierra conquistada». La verdad es que no es fácil dar una fecha, países como por ejemplo Colombia o Estados Unidos tienen una fecha marcada. Colombia el 20 de julio de 1810 o el 4 de julio de 1776 los norteamericanos. España podríamos decir que es una evolución que finaliza con el nacimiento de la nación.

Vamos por partes, el origen del nombre. En el siglo VII a.C. llegan los fenicios a la península y le ponen el nombre de «Sphania» (tierra de conejos) aunque hay otras versiones que dice que su origen está en «I-span-ya» (podría tener dos significados: tierra del norte o costa de metales). Los romanos adaptaron ese nombre llamándola Hispania. Cierto que los romanos unificaron toda la península (aunque la dividieron en diferentes provincias casi desde el primer momento) bajo un mismo poder pero era más un concepto geográfico que una identidad cultural o un estado propio).

Más tarde llegaron los visigodos a la península empujados por los francos y tras vencer a suevos, vándalos y alanos crearon el Reino visigodo de Toledo. Con los Pirineos como frontera digamos que podría ser el germen de la futura España creando una seña de identidad y una unión religiosa. Algunos reyes visigodos se autodefinen como Reyes de Hispania pero es más un tema territorial que político.

Con la conquista musulmana de la península se crean diferentes reinos cristianos en el norte que poco a poco van extendiéndose hacia el sur hasta llegar al año 1492. Ese año se conquista el último califato árabe siendo expulsados al igual que los judíos bajo el reinado de los Reyes Católicos. El matrimonio de los reyes de Castilla y Aragón uniendo las dos coronas para muchos significa el nacimiento de España pero en los testamentos de ambos monarcas no aparece el reino de España. Aunque es cierto que en esta época aumentan las referencias a España.

Además sepan cuantos esta carta de testamento vieren como yo doña Isabel, por la gracia de Dios, reina de[…] Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada[…], estando enferma de mi cuerpo de la enfermedad que Dios me quiso dar e sana e libre de mi entendimiento […], ordeno esta mi carta de testamento y postrera voluntad queriendo imitar al buen rey Ezequías queriendo disponer de mi casa como si luego la hubiese de dejar.

Y quiero y mando que cuando la dicha princesa doña Juana, mi muy cara y amada hija, fallezca, le suceda en estos mis reinos el infante Carlos, mi nieto, su hijo legítimo y de dicho don Felipe, su marido, y que sea rey y señor de mis reinos. […]

Testamento de Isabel I de Castilla

Nos, don Ferrando por la gracia de Dios Rey de Aragón, de Navarra, de las Dos Sicilias, de Hierusalém, de Valentia, de Mallorqua, de Cerdeña y de Córcega, conde de Barcelona, duque de Athenas y de Neopatria, conde de Rosellón y de Cerdaña, marqués de Oristán y de Goceano.

Testamento de Fernando II de Aragón

Con la llegada del nieto de los reyes Católicos al poder aparece una nueva dinastía en la península: los Habsburgo de Austria. Cuando se habla de él se le nombra como Carlos I de España y V de Alemania (más tarde se convirtió gracias a una serie de sobornos en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico). Se acuñan monedas con el texto «Rey de España», las potencias europeas lo conocen bajo el mismo apelativo pero oficialmente entre toda la larga lista de títulos que le pertenecen sigue sin aparecer el nombre de España.

Don Carlos por la gracia de Dios Rey de Romanos Emperador Semper Augusto. Doña Joana su madre y el mesmo Don Carlos por la mesma gracia Reyes de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Ierusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Corcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias islas y tierra firme del Mar Oceano, Condes de Barcelona, señores de Vizcaya e de Molina, Duques de Atenas e de Neopatria, Condes de Ruysellon e de Cerdenia, Marques de Oristan e de Gorciano, Archiduques de Austria, Duques de Borgoña de Bravante, Condes de Flandes e de Tirol.

Cuando llega es coronado primero en Castilla y luego en Aragón pero al poco tiempo tiene que marchar para recibir el título de Emperador y no finaliza la «gira» por la península. Podríamos decir que España sigue siendo un término territorial, una simplificación o resumen de todos los reinos que existían en la península bajo una misma corona. Es más fácil decir Rey de España que toda la retahíla de arriba o Monarquía Hispánica como también es conocida.

En 1609 encontramos en la obra «España defendida» de Francisco de Quevedo la siguiente afirmación: «propiamente España se compone de tres coronas: de Castilla, Aragón y Portugal».

En 1648 llega la conocida como Paz de Westfalia. En sus tratados se afianzan las bases del termino estado-nación. Con esta paz se acaba con el sistema feudal y se establece que el estado ha de tener un territorio delimitado, una población más o menos fija, un ejército y un cuerpo diplomático.

Avanzamos hasta el s.XVIII. Guerra de Sucesión, Felipe V,… y los decretos de Nueva Planta. Aquí ya empieza a cambiar la cosa, Felipe V era nieto de Luis XIV (famoso monarca francés por su frase «L’État, c’est moi» (el estado soy yo)) ejemplo de monarca absolutista y trata de «afrancesar» el territorio. Gracias a estos decretos abole las diferentes legislaciones, instituciones o fueros unificándolas a las de Castilla.

«Uno de los principales atributos de la soberanía es la imposición y derogación de leyes, las cuales con la variedad de los tiempos y mudanza de costumbre podría yo alterar, aún sin los graves y fundados motivos y circunstancias que hoy concurren para ello en lo tocante a los de Aragón y Valencia; he juzgado por conveniente (casi por esto como por mi deseo de reducir todos mis Reinos de España a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales gobernándose todos igualmente por las leyes de Castilla tan loables y plausibles en todo el universo) abolir y derogar enteramente, como desde luego doy por abolidos y derogados, todos los referidos fueros, privilegios, prácticas y costumbres hasta aquí observados en los referidos Reinos de Aragón y Valencia; siendo mi voluntad que estos se reduzcan a las leyes de Castilla, y al uso, práctica y forma de gobierno que se tiene y se ha tenido en ella y sus tribunales sin diferencia alguna en nada; pudiendo obtener por esa razón mis fidelísimos vasallos castellanos, oficios y empleos en Aragón y Valencia, de la misma manera que los aragoneses y valencianos han de poder en adelante gozarlos en Castilla sin ninguna distinción».

Ya nos encontramos una península con un sólo reino y por ejemplo en 1789 aparece el «Nomenclátor de Floridablanca«, un catálogo con todas las ciudades, villas o cortijos que pertenecen al reino. A partir de los decretos de Nueva Planta se podría hablar de España como reino ya político y territorial.

¿Podríamos decir que España existe como nación desde el siglo XVIII?

Constitución de 1812

Para una gran parte si pero existe otra corriente también bastante extendida que opina que la nación de España llegaría con la Constitución de 1812 conocida como «La Pepa» o «Constitución de Cádiz». Esta constitución bajo el reinado de José I Bonaparte (hermano de Napoleón) sólo tuvo rigor durante dos años (hasta la vuelta del rey felón Fernando VII). En ella se establece la soberanía del estado en la nación (hasta entonces era en el rey), separación de poderes, monarquía constitucional, creación de las diputaciones provinciales, libertad de imprenta,… y la nacionalidad española para todos los nacidos en territorio de la Corona fueran peninsulares o provincias americanas, africanas y asiáticas.