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Antoine Simon, Capeto, Castillo de Livry, Complot del Clavel, Conciergierie, Declaración de Pillnitz, Federico Guillermo II, Girondinos, Jacobinos, Jean Gilbert, Leopoldo II, Luís XVI, Madame de Jarjayes, María Antonieta, Michonis, Prisionero 280, Revolución Francesa, Richard, Robespierre, Rougeville
Nuevos aires recorren todos los rincones de Francia; aires de libertad, aires de igualdad, aires de revolución pero también aires de muerte, aires de venganza. Las monarquías absolutistas europeas miran con recelo todo lo acontecido en el país galo en especial el Emperador de Austría Leopoldo II, hermano de María Antonieta y por lo tanto cuñado de Luís XVI.
En agosto de 1791 diversos nobles franceses exiliados se reunieron con el Emperador y el Rey Federico Guillermo II de Prusia dando a luz la Declaración de Pillnitz. El 20 de abril de 1792 la Asamblea Francesa declaró la guerra a Austría comenzando una serie de guerras llamadas Revolucionarias.
En diciembre de ese mismo año se inicia el proceso contra Luís XVI y a las diez y veinte de la mañana del 21 de enero de 1793 la cabeza de Luís Capeto, anteriormente conocido como Luís XVI, rueda por el cadalso tras ser ajusticiado en la guillotina. Llegados a este punto es cuando definitivamente saltan todas las alarmas entre las monarquía europeas formándose una gran coalición para acabar con la revolución. Dicha coalición está formada por las monarquías de Prusia, España, Gran Bretaña, Holanda, Cerdeña y el Emperador austriaco.
Mientrastanto en la política interior francesa saltan las chispas entre Jacobinos y Girondinos, llegando los primeros a realizar una «caza de brujas» ajusticiando a 1400 personas sólo en París. En cambio no es nada comparado con el periodo del Terror instaurado por Maximilien Robespierre donde se llegaron a ejecutar 42.000 penas de muerte en un sólo año entre contrarrevolucionarios, monárquicos, clérigos,…
Como podéis ver la Revolución Francesa pende de un hilo y es en esta tesitura donde sucede el complot en el que nos centraremos de ahora en adelante. Varios nobles franceses creen que se necesita una figura fuerte que una a todos los enemigos de la revolución tanto a nivel interno como externo. Y esa figura sin duda es Maria Antonieta , la viuda Capeto.
Mientras espera ser juzgada ha visto como decapitaban a su marido y era separada de su hijo para ser adoctrinado por Antoine Simon, miembro radical de la Convención. Para más inri, el 1 de agosto de 1793 era trasladada a la Prisión de la Conciergierie, la antesala de la muerte. Se trataba de una antigua residencia real hasta que a finales del s.XIV el rey Carlos V la abandonó. La cárcel ocupaba la planta baja del edificio y las dos torres mientras que los pisos superiores eran ocupados por el Parlamento. Recibía este nombre porque era un conserje la persona responsable de vigilar los presos, hacerse cargo de las llaves del Palacio y controlar el consumo de velas y cirios.
Maria Antonieta fue trasladada a la antigua sala de reuniones del cuerpo de carceleros pasando a ser conocida como «Prisionero 280». Se intentaron diversos planes de fuga pero todos fracasaron. Jean de Batz, Barón de la Santa Cruz idea un complot para liberar a la viuda Capeto y es sin duda el más importante hasta la fecha.
El 28 de agosto de 1793 Jean-Baptiste Michonis, inspector de prisiones y compinche de Jean de Batz entra en la celda de Maria Antonieta acompañado de Alexandre Gonsse de Rougeville que curiosamente lleva dos claveles en la solapa de su casaca. En un momento dado, Alexandre se inclina ante la reclusa y se le caen «accidentalmente» los dos claveles. Inmediatamente los dos hombres salen de la celda y Maria Antonieta al recoger los dos claveles nota algo extraño, en uno de ellos entre los pétalos encuentra un diminuto rollo de papel en el que aparece escrita una frase: «Tengo hombres y dinero«. Sin perder ni un sólo segundo encuentra en el segundo clavel otro papel en blanco en el que gracias a un alfiler escribe: «Estoy estrechamente vigilada, no hablo con nadie, confío en vos». Al rato vuelven los dos hombres y María Antonieta les devuelve los dos claveles, el plan está en marcha…
Tras sobornar a Jean Gilbert, uno de los gendarmes que custodian a la prisionera 280 consiguen volver a reunirse con ella el 30 de agosto elaborando el plan de fuga. La noche del 2 al 3 de septiembre le ayudarán a escapar para rápidamente dirigirse al castillo de Livry donde la estará esperando Madame de Jarjayes y juntas marcharán disfrazadas hacia territorio alemán donde estará a salvo.
El matrimonio Richard, conserjes de la cárcel también han sido debidamente sobornados y a la hora fijada Maria Antonieta abandona su celda atravesando la sala de los gendarmes previamente sobornados y la conserjeria. Ya sólo una verja le separa de la libertad, verja donde se encuentra Jean Gilbert esperándola para huir, al exterior se encuentran Rougeville y Michonis. Todo va según el plan acordado.
En el preciso momento de ir a traspasar la verja Gilbert da el alto y le impide a María Antonieta salir, a pesar de sus plegarias y que Rougeville y Michonis le ofrecen más dinero, Gilbert devuelve a la reclusa a su celda poniendo fin al Complot del Clavel. Además Gilbert escribe un informe a su superior detallando el complot e involucrando a Rougeville y Michonis. El primero consiguió escapar pero el segundo fue detenido y enviado a prisión.
María Antonieta fue cambiada de celda siendo vigilada estrechamente, tan sólo la separaba de sus vigilantes un simple biombo.
El 14 de octubre de 1793 daba comienzo el juicio contra María Antonieta convirtiéndose en uno de los casos de pantomina judicial más graves de la historia. Fue tan rápido que tan sólo dos días después era dirigida a la guillotina … Existe una curiosidad sobre ese fatídico instante, se cuenta que mientras subía al cadalso entre insultos tropezó con el pie del verdugo a lo que educadamente ella le pidió disculpas: «Disculpe señor, no lo hice a propósito»